Ensayo fotográfico sobre la naturaleza de la masculinidad que ilustra el recorrido de lo general a lo particular, de los arquetipos enquistados en la conciencia popular, a la búsqueda y el encuentro de lo íntimo y personal.

En esta intervención podemos acercarnos a dos mundos: uno es el mundo individual, la creación de cada artista, su estética, tendencia… su propio lenguaje… el otro mundo aparece al tomar distancia sin despegar la mirada y el cuerpo: detalles y signos enlazan el espacio… es la fascinación que cada artista siente por lo que fotografía… son esos cuerpos, objetos, paisajes, reflejando el deseo, la indiferencia, el odio, la incertidumbre, la libertad… la incesante e inmanente búsqueda…

“El lamento de los muros” es una serie de fotografías, en la cual, a las imágenes se le suman, como otro componente del discurso, la palabra. Testimonios recogidos por la autora y dados por mujeres que hoy tienen ocupaciones diversas y viven en diferentes lugares de la Argentina y del exterior del país. Todas ellas estuvieron, también, encerradas detrás de esos muros que Luttringer retrató años más tarde. 

Entiendo que la denuncia reiterativa, se puede volver retórica,
y esa retórica casi seguro comienza a cristalizar situaciones.
Tenemos victimas por y para siempre.
Es decir, tenemos una situación congelada.
No estoy descartando la posibilidad de insistir sobre un tema,
ya sabemos cuanto hay que insistir,
insistir no significa reiterarse.
Repreguntar.

Hugo Vidal

A partir de imágenes obtenidas en diversos cementerios, el autor reflexiona sobre la necesidad de generar objetos que den cuenta de nuestro paso por este mundo.

"El hombre sin rostro de una mujer empobrecida de amor desmesurado y a la vez lleno de maldad que produce sufrimientos inútiles y dormidas sus manos de hielo y el silencio de su sombrase hizo polvo junto con su alma; y terminó el día y cada vez me convenzo que hay que salir, salir a descubrir la "vida". Es una realidad a enfrentar nuevos retos y luchar en esta vida, en todos lados, en los brillos mas oscuros y en los detalles que no pueden pasar por alto y requieren especial cuidado. Destruido los elementos de la casa sin habitantes, abandonada, entonces el sol decidió expresarse mediante las tertulias lujuriosas del amanecer con una botella de whisky. El néctar de los descerebrados que quieren pensar. En que? Eso que emana esos lentes espejados, ¿un brillo, un destello? Eso del mas allá... Donde lo deseado se vuelva posible."

Alumnos de II año de la carrera de Fotografía